Demasiado premio
River volvió a jugar mal de visitante. Y digo mal, porque si pongo pésimo después me dicen que quiero desestabilizar al técnico. Pero es él el que se tira constantemente tiros en los pies. Se entiende la rotación. Lo que no se entiende es por qué cada vez que la hace, cambia el esquema. Es más, durante el partido cada vez que hace un cambio también cambia el esquema. Y ayer quedó demostrado que amontonar jugadores en ataque, no es atacar mejor. Entonces, ¿qué es River? ¿A qué juega? No lo tenemos claro los hinchas, pero lo más grave es que creo que tampoco los jugadores. El empate de ayer es demasiado premio para un equipo que casi no pateó al arco y se vió muy superado por un rival del montón. En este club no se festejan los empates, pero si este punto es el necesario para la clasificación a la próxima fase, va a valer oro. Y entonces, si se jugó tan mal. ¿Por qué no se perdió? La respuesta son dos nombres y una jugada. Armani y Paulo Díaz estuvieron en un nivel superlativo en relació...