El hincha de River se está bosterizando
Hace un tiempo ser hincha de River era ser distinto, en gustos y procederes, a los primos de la Rivera. Bancábamos a los nuestros y los defendíamos a capa y espada. Cuando un pibe salía del club, o un DT se identificaba con nuestro paladar, les poníamos un escudo invisible y no dejábamos que les entre ninguna bala.
Pero eso está cambiando últimamente. Quedamos afuera de la Libertadores (como tantas veces antes) por penales. Y Armani no tuvo la dicha de atajar ninguno. Al día siguiente explotaron las redes pidiendo su cabeza. "Tenemos que traer un arquero atajapenales" se leía en las redes. No importaba que hayamos llegado a los penales por las veces que el Pulpo se vistió de Superman y nos salvó las papas. Cómo lo hizo luego y lo sigue haciendo hasta hoy. Franco tiene al menos una atajada importante por partido.
Y así como le pasó a él, fueron muchos los futbolistas del plantel que fueron desmedidamente criticados durante este año. Y ni hablar el cuerpo técnico. ¿Qué tienen que hacer para que "el hincha" deje de pedir su cabeza? Ganaron el torneo largo por escándalo. Llegaron a semis en la Copa de la Liga y perdieron por penales. En la Libertadores quedaron también afuera desde los doce pasos. Y, como frutilla del postre, ganaron los dos clásicos. De ninguna manera se podría decir que este año fue un fracaso. De hecho, es todo lo contrario. Entonces, ¿qué es lo que tanto molesta a los hinchas?
Alguno podrá decir que el juego del equipo no lo convence. Y es verdad, últimamente no se está jugando bien. Pero los equipos de grandes técnicos anteriores también jugaron mal en alguna temporada. De hecho, el último River del Muñeco era muy parecido a este, tanto en juego como en nombres. Y hubo equipos de Ramón que directamente nos hacían doler los ojos. Pero claro, ellos eran grandes ídolos del club, y parecían intocables.
Entonces, ¿será la falta de espalda? Martín Demichelis fue un pibe del club en algún momento. Claro, era la época en la que los cuidábamos. No es su culpa que Gallardo haya dado un paso al costado, ni que lo fueran a buscar casi sin experiencia. Hay oportunidades que se dan solo una vez en la vida. ¿Cómo alguien puede pensar que él la podría haber rechazado? Y además, a pesar de estar aprendiendo, lo hizo bastante bien.
Tomemos el partido de ayer como ejemplo. En el partido del grupo River sufrió a Campaz y perdió por no poder controlarlo. Micho tomó nota y lo mandó a Boselli, uno que se venía pidiendo, a taparlo. Y la apuesta salió bien. Central llegó poco y nada y casi no creó peligro.
También intentó ser más profundo en ataque. Dejó en el banco a Nacho y Manu; y mandó a la cancha a Solari y Colidio.
Y cuando vió que el gol no llegaba, en vez de volver todo a foja cero haciéndolos entrar, confió en la joyita de la casa y le dió minutos al Diablito.
Y la verdad, aunque se crearon pocas situaciones, el Millo mereció más el triunfo que los rosarinos. Y el equipo buscó el gol hasta el final. A veces pasa que no estás inspirado, o simplemente no ligas.
Fuimos a los penales y ninguno de los pateadores pudo convertir. ¿Qué culpa tiene el cuerpo técnico de que Enzo Díaz le pegue para el culo, Palavecino y Pity tiren masitas a media altura y Manu la cuelgue en la tribuna? Ni siquiera le podemos objetar la elección de los chutadores porque, según lo que dijeron en la transmisión, los eligieron los jugadores de acuerdo a cómo se veían para patear. Y, a decir verdad, son cuatro de los que yo hubiera elegido.
Se terminó un año que pensamos que sería de transición y tan mal no la pasamos. Dejemos que el cuerpo técnico tenga la oportunidad de armar su plantel y ver qué nos ofrece en 2024.
No seamos bosteros. Dejemos de criticar porque total es gratis y dejemos trabajar a los que saben. Recuperemos el orgullo de ser distintos.
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