El más grande entre los grandes

Carlos Tévez llegó a Independiente como el salvador. "El jugador del pueblo", como fue bautizado alguna vez, llegó a Avellaneda con un mensaje lleno de motivación y optimismo. Y los resultados fueron inminentes. Hasta el partido con River, el Rojo había ganado cinco partidos y empatado cuatro bajo su mandato. No conocía la derrota y le habían marcado solo cuatro goles  La única mancha (si se me permite el término) había sido el empate 1-1 ante Estudiantes por Copa Argentina y la posterior eliminación por penales. Y con este palmarés fue al Monumental siendo puntero y sabiendo que "River es el último campeón y va a ser difícil que juguemos de igual a igual", según sus propias palabras.
Y no se equivocó. Hubo partido hasta los 36 minutos del primer tiempo, cuando Borja pescó un rebote en el palo, luego de un tiro de Paulo Díaz, y puso el uno a cero. Listo, hasta ahí llegaron la confianza y buena onda visitantes. Los de Avellaneda se encontraron por primera vez en desventaja y se le quemaron los papeles. Y a River se le prendieron todas las luces, ya que jugó un gran partido. 
Y esto quedó confirmado a los 59 minutos, cuando Simón trepó en una jugada individual de gran factura y tiró un centro razante que conectó Borja para marcar el segundo.
Con los cambios, el Millo lejos de bajar el nivel siguió atacando y generando peligro. Por eso a nadie le extrañó que llegue el tercero. Lo hizo Solari, que recibió un pase de Colidio, enganchó para dejar a su marca despatarrada y definió al primer palo, ante un arquero que ya estaba jugado.
La Banda completó así uno de sus mejores partidos en este torneo y, como en la casita robada, le birló la punta a Independiente.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Horroroso

Mucho de lo viejo para ser nuevo

Va queriendo