Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2024

Papelón

Todo mal hizo ayer River. No perdió ninguna de las oportunidades de hacer un papelón que le dió el partido. Cómo si no fuera suficiente con el espectáculo brindado (hay que ser muy hdp para obligar a la gente a ver un partido jugando así), al terminar vino el escándalo, el bochorno, de querer pegarle a un jugador rival emparentado con el pasado cercano de Boca.  - No, pero Villa hizo gestos ofensivos. - ¿Qué tenés, seis años? Déjate de joder. No podés querer pegarle a un tipo (que encima te bailó todo el partido) porque hizo un gesto. Eso es de mal perdedor y de vendehumo. ¿Perdiste? Bancátela. Y más si perdiste porque te pasaron por encima. ¿Te cargaron? Bancátela también. Sé hombre. Sé profesional. No te pongas a su altura. Lo cierto es que los hinchas nos habíamos agarrado de una mata de pasto en la arena. El equipo nunca demostró, en todo el año, nada que justifique tanta ilusión. El River 2024 es de lo peor que se vió en los últimos años. Vinieron jugadores que taparon a los p...

Por suerte no soy Gallardo

Hace tres partidos que River gana, gusta y golea. Hace tres partidos que estoy buscando la forma de escribir esta columna sin caer en lo autor referencial. Pero no puedo. No sé me ocurre otra forma de escribir que no sea poniéndome en el centro de la escena. Pido disculpas si esto no le gusta a alguien, que por supuesto puede elegir dejar de leer en este instante. River gana, gusta y golea con un esquema novedoso. Si lo pasamos a números, sería algo así como un 4-1-3-2, con Villagra como único cinco y Solari y Colidio de puntas sin dar referencias. Y, ¿qué quieren que les diga? A mí no me gustan los equipos que juegan sin un nueve. Entiendo que ni Borja, ni Bareiro suman al circuito de juego. Pero, sobre todo el colombiano, terminan las jugadas que arman otros. Colidio y Echeverry arman jugadones, pero después definen horrible. Solari volvió a amigarse con el gol, pero necesita tres o cuatro ocasiones para convertir una. Borja, en cambio, entra y moja. Los números no me dejan mentir. E...