Transición

Una buena noticia podría ser que al fin debutó un DT interino en River y no perdió. Otra, que el equipo no perdió jugando de visitante. Y una tercera es que volvió a debutar en primera un pibe de la interminable cantera. Después, no queda mucho más de que hablar.

El Millo jugó un partido mediocre en el que los mejores, tanto en defensa como en ataque, fueron los zagueros centrales. Entonces, si el tipo que tiene la función de bloquear el ataque rival, es el que crea más peligro en el arco de enfrente, es porque los delanteros no fueron abastecidos, o estaban de picnic. 

Dos veces la tuvo Pírez y no pudo. Dos veces la tuvo Paulo Díaz y tampoco pudo. Un palo y una gran tapada del arquero para cada uno. También tuvo una Mastantuono que, cuando tenga varios partidos en el lomo, la va a meter porque se va a dar cuenta de que no todos los goles deben ser espectaculares y, a veces, basta con empujarla.

Luego de eso, la nada misma.

Escudero eligió una formación que no lo deje mal parado en los libros de historia. Cuatro defensores, un volante tapón, dos volantes de marca a los costados, un enganche, un wing y un centrodelantero. Demasiado poco para enfrentar a un Unión que solo mostró un buen arquero.

Y por suerte, porque en el segundo tiempo se nos vinieron encima y no lo ganaron solamente porque sus delanteros son horribles.

Va a tener que trabajar mucho Gallardo para recuperar a algunos jugadores que, alguna vez parecieron buenos, y hoy son una sombra indescifrable. Porque hay algunos niveles individuales que son preocupantes. Solari, por ejemplo. O Enzo Díaz. Y Aliendro, ¿de qué juega?

Hoy empieza una etapa nueva. Es de esperar que la escoba nueva barra bien y nos despeje todas las dudas. Se vienen definiciones importantes y no podemos afrontarlas con un equipo timorato como el de ayer.