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Mostrando entradas de junio, 2024

Si amas a alguien, déjalo libre

Antes que nada quiero aclarar que no vi el partido de ayer, así que no voy a escribir ni una línea del papelón que supone perder con Riestra (a cuyos jugadores califiqué en su momento de semi amateurs por los horrores técnicos que habían cometido en aquel partido). Ahora bien, si no escribo del partido, ¿para qué me siento a escribir? Tengo la necesidad de hacer una carta abierta al señor Martín Demichelis. Martín, quiero decirte que no tengo nada en tu contra. Es más, soy de los que cuando se te nombró en el cargo se ilusionó porque te creo cuando decís que amas a River y te duele cada derrota. Pero tenés que reconocer que la cosa no está funcionando. No le estás encontrando la vuelta. Y ya ni siquiera es un tema de resultados. La gente (hablando en forma generalizada) no te quiere y no te va a querer sin importar cuántos títulos ganes. Y yo no sé si es cierto que te llevas bien con el plantel, pero sí se que no potenciaste a ninguno. Es más, los buenos jugadores (salvo los tres de je...

Nada que celebrar

¿Qué puedo decir de River que ya no haya escrito anteriormente? Es que el tiempo pasa y los problemas siguen siendo los mismos. ¿Cuántas veces marqué que el medio no para a nadie? ¿Y cuántas otras que la defensa es un flan? En River cambian los apellidos, pero los problemas siguen siendo los mismos. Vamos por línea. El arco es un puntal de la defensa millonaria. Sigo pensando que tenemos al mejor arquero del país. Pero ayer el Pulpo salió tarde y lejos a cortar a un rival que venía siendo acosado por Paulo Díaz. Penal. Error grosero que nos costó el empate parcial en un partido que, hasta ahí, estábamos ganando de milagro. La defensa tiene al mejor jugador del semestre, pero ni así logra firmeza. Los laterales son mucho mejor atacando que defendiendo. Y, sumado a que el doble cinco está al pedo (ya hablaremos de eso más adelante), los zagueros suelen recibir a los atacantes rivales en velocidad y con la pelota dominada. Imposible pararlos siempre. Sigo sin defender cómo puede ser que t...